POR
EDUARDO ARCOS (http://alt1040.com)
Las
operadoras a nivel mundial dejarán de facturar uno 33 mil millones de dólares
en 2014 debido a la popularización de WhatsApp y otros servicios de mensajería
instantánea. Su éxito, el modelo freemium en la mayoría de los casos, el
sentido de comunidad y funcionar por medio de datos (para evitar cargos por
mensaje enviado o roaming) aplastó el uso de los SMS.
Un
estudio hecho por Ovum muestra que las operadoras telefónicas en todo el mundo
dejarán de facturar unos 33 mil millones de dólares durante 2014 debido a la
popularización de servicios de mensajería instantánea de texto como WhatsApp,
iMessage, LINE, Telegram o BlackBerry Messenger. Un impacto grande para América
Móvil, Vodafone, Telefonica y Verizon que tienen presencia en los mercados
donde este tipo de aplicaciones son especialmente fuertes.
El
número subirá a unos 54 mil millones de dólares anuales en 2016 cuando las apps
y servicios de mensajería alcancen niveles de popularidad mucho mayores a los
actuales gracias a millones de personas optando por ser parte de una comunidad
y de evitar el pago por mensaje enviado (o recibido si están en roaming) que es
habitual del servicio de SMS.
Las operadoras son las culpables
Imaginen
por momento que aparezca un servicio de mensajes de texto pre-instalado en
absolutamente todos los teléfonos móviles, independientemente de si son smartphones
o no, independiente del sistema operativo que usan, la marca, modelo, precio,
tamaño de pantalla. Imaginen que ese servicio no requiera
"registrarte", funcione desde el momento que se enciende el móvil por
primera vez, que permita enviar fotos, videos, mensajes de voz cortos. Como un
WhatsApp, pero universal, para todos.
Resulta
que ese servicio existe. Se llama SMS. Todas las operadoras del mundo tuvieron
una oportunidad brutalmente grande, de oro, para ofrecer un sistema de
mensajería de texto extremadamente versátil, flexible y de escalabilidad
simple. Pero lo dejaron ir, decidieron cobrar por mensaje enviado, decidieron
hacerlo caro, aprovecharse de la necesidad de comunicación asincrónica de
millones de clientes y no aprovechar la creación de una plataforma con un
futuro inmenso.
WhatsApp
es tan solo una consecuencia de la soberbia y la falta de innovación que las
operadoras se imponen a si mismas. En su momento dije que WhatsApp se vendió
barato y este tipo de impacto a la economía de las operadoras es una prueba de
ello.
Hoy,
tanto en España como en Latinoamérica, WhatsApp es imprescindible en la
decisión de compra de un nuevo móvil, porque si no tienes la app, quedas
socialmente excluido. Es la forma en que las personas se están comunicando. Sí,
mañana puede ser que pierda popularidad, pero la sociedad migrará de forma
vertiginosa a otro servicio y el efecto será el mismo.
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