Deborah
Siegelbaum
BBC
Esta
semana una niña de 9 años que aprendía a manipular una ametralladora Uzi en un
campo de tiro en Arizona, EE.UU., le disparó accidentalmente a su instructor de
armas. No sobrevivió.
No
todos los estadounidenses crecen sabiendo disparar un arma, pero los que sí lo
hacen, en general comienzan jóvenes.
Cuando
tenía cinco años, Dan Baum comenzó a disparar armas de fuego.
Baum
es el autor de "Gun Guys: A Road Trip" y recorrió el país aprendiendo
sobre la cultura de las armas de Estados Unidos.
Cree
que las academias de tiro pueden enseñarles a los niños valiosas lecciones
sobre respeto y disciplina.
"Puede
ser muy bueno para los niños", dice. "Lo que le dices es: 'Este es un
dispositivo extremadamente peligroso, que estoy poniendo en tus manos y confío
en que lo utilices correctamente'".
Un
31% de los hogares estadounidenses tenían en 2012 al menos un hijo y una
pistola en el hogar, según el Centro de Ley para la Prevención de la Violencia
Armada.
Para
muchos padres, ser propietario de un arma también significa enseñarles a los
niños a respetarlas y dispararlas desde que son pequeños.
Muchas
familias prefieren enseñarles a sus hijos a manejar un arma antes de que se
produzcan accidentes o que las encuentren de sorpresa.
La
participación de los niños está tan arraigada en la cultura de las armas
estadounidense que en algunas zonas las escuelas cierran durante el primer día
de la temporada de caza del ciervo.
Y
hay una empresa que vende específicamente armas para niños. My First Rifle (Mi
primer rifle) de Cricket tiene menos poder de fuego que muchas versiones para
adultos y está diseñado para adaptarse a manos pequeñas.
Baum
enseñó a su hija a disparar cuando tenía 10 años.
"Los
niños son inteligentes", dice. "En primer lugar, van a encontrar cualquier
cosa que trates de esconder. Y en segundo lugar, pueden aprender las
instrucciones. Pueden aprender sobre seguridad".
David
Prince y su esposa comenzaron el Gun Range Eagle en Lewisville, Texas, hace dos
años. Dan la bienvenida a los niños tan jóvenes como de 8 años y en sus
instalaciones se celebran fiestas de cumpleaños.
"Queríamos
ofrecer un ambiente seguro y familiar para aprender la seguridad de las armas,
porque los niños van a entrar en contacto con ellas", dice Prince.
"Las
ven todo el tiempo en los videojuegos. Necesitan saber que las armas de fuego
que circulan por ahí son inherentemente peligrosas".
Prince
mostró a sus hijos de 5 y 6 años cómo manejar y vaciar una pistola "así
terminó el misterio en torno a ella", dice.
A criterio de los padres
Las
uzi -metralletas como en la foto- trajeron el tema a la discusión pública luego
de que una niña matara por accidente a su instructor de tiro al intentar
usarla.
Legalmente,
dice, no existen limitaciones a la edad para que un niño comience a disparar un
arma. Esa determinación se deja a criterio de sus padres.
Según
Prince, los niños son capaces de manejar metralletas como la utilizada en el
mortal incidente de esta semana, pero sólo si se toman las precauciones de
seguridad adecuadas, como la inmovilización del arma para minimizar el
retroceso.
Baum
no está de acuerdo. Dice que ningún niño debería tener acceso a Uzis. Cree que
la tragedia desencadenará una discusión más amplia acerca de las armas en
EE.UU., pero está preocupado de que se utilice como argumento político de los
grupos antiarmas.
"La
gran mayoría de la gente con armas las tratan con respeto y las mantienen bajo
llave", añade. "Las tienen como equipos recreativos, pero entienden
la realidad que implican".
Sus
hijos, que aprendieron a disparar cuando tenían unos 12 años, ya no utilizan
armas de fuego. Pero, dice, tomaron esa decisión sólo después de entender de
primera mano lo que se siente disparar un arma de fuego y ser parte de lo que
es una tradición estadounidense.